Tras una semana refugiada en Chubut debido a la divulgación de una serie de videos en los que aparece alcoholizada en el despacho presidencial de Alberto Fernández en la Casa Rosada, Tamara Pettinato volvió a trabajar y su pareja, José Glinski rompió el silencio.
En sintonía con el descargo que hizo Pettinato en su streaming de Blender, en YAQPA (Radio con vos) y en Bendita, el diputado nacional de Unión por la Patria buscó despegar a su pareja de la ´difusión de los videos, colocándola en el lugar de víctima de una “vendetta política”.
“Para mí es difícil correrlo de lo personal porque el video de Tamara aparece envuelto en algo que no tiene nada que ver. Me da la sensación de que hay un degradamiento de la calidad institucional que permite que cualquier causa que se tramite pueda ser operada a través de los medios de comunicación”, señaló Glinski en Futurock.
“Hay un trasfondo de ciertas cuestiones que explican que el hecho está siendo utilizado como vendetta política”, dijo Glinski y agregó que, para él, tras la difusión de los videos junto a su pareja son para “manchar la figura del expresidente”.
A la hora de señalar a los responsables, Glinski apuntó, sin nombrarlo, contra el oficialismo. “Me da la sensación de que hay un grupo que de gente que se mando una cagada y van a tratar de taparlo y de encontrar un responsable”, señaló, en referencia al supuesto fracaso del plan económico actual.
“Se encontraron con ese video y sirvió a los efectos de poder pasar un mensaje. Veo una fuerte política de amedrentamiento de parte de algunos sectores de poder hacia cualquier oposición que emerja o amenaza a determinados privilegios”, agregó el diputado chubutense.
Tras asegurar que Tamara Pettinato tiene “temple de hierro”, Glinski señaló que la mediática “es víctima de una operación enorme, de una campaña de hostigamiento”. “No sé si hubo momentos de semejante virulencia y ataque como los que vivimos ahora”, aseguró.